¡Nos encantan las flores! Y qué mejor que elegir las que serán parte del ramo de novia.

Lo primero que debes contemplar es el estilo de tu vestido, ya que es clave a la hora de tomar una decisión. Reunimos los mejores consejos para que no entres en pánico y tu look nupcial combine a la perfección con tu bouquet.

REDONDO

Este tipo de ramo es fácil de portar y se ve increíble con un vestido corte princesa o corte “A”. Se usan flores de tamaño mediano y es de los más elegidos por las novias al ser muy versátil.

CASCADA

Para añadirle aún mayor protagonismo a tu atuendo, este ramo es el indicado. Alarga la figura y se lleva con vestidos clásicos de cola y velo largo. A las mujeres altas les queda maravilloso, ya que distribuye las proporciones.

SILVESTRE

Un vestido de telas vaporosas con estilo boho-chic se adapta a este estilo desenfadado. Lo principal es que sean flores de temporada y que el atuendo tenga un aire vintage con mucho encaje.

RAMILLETE

Es pequeño y de tallo corto. Le va a las novias de estatura baja que eligieron un vestido muy elaborado y con mucha pedrería, debido a que nivela la atención entre uno y otro.

EXÓTICO

La novia que no teme ser admirada selecciona este tipo de ramo. Un atuendo con escote en “V” llevará la atención directo a la cintura, lugar donde situarás este accesorio. Se creará un balance y armonía entre ambos.

TRADICIONAL

Totalmente blanco, con un solo tipo de flor y para una boda clásica. Enaltece su elegancia con un vestido de tirantes delgados y accesorios delicados en oro blanco. Además, agrega detalles en verde u otro color para que no se pierda de vista.

VIBRANTE

Todo lo contrario al anterior, los colores vivos son los protagonistas en contraste con la pureza del blanco como fondo. Si tu atuendo es sencillo, de telas fluidas y sin muchos detalles, nada mejor que este accesorio para darle vida